jueves, 15 de julio de 2010

San Nicolás de Bujaruelo

Cuando el termómetro alcanza los 38ºC a la sombra en el valle del Ebro, nada mejor que subirse al pirineo y disfrutar de la frescura de sus ríos y la sombra de sus hayedos.


Este domingo le toco a Torla y por fin pudimos recorrer una sencilla ruta por el valle de Bujaruelo. Precioso valle que al contrario que Ordesa no se encuentra vetado a la BTT, y que incluso debería tener más regulación en el acceso a San Nicolás, porque el sin cesar de coches subiendo y bajando por la pista de tierra desmerecen la primera parte de la ruta.


Salimos desde Torla y pronto nos desviamos por el puente de los Navarros en dirección a San Nicolás. La subida es suave y sólo los coches, y que alguno cree estar en un rally de tierra, nos fastidiaron un tanto la marcheta. Una vez allí y pasada la cadena todo cambia y ni siquiera la dura subida al refugio de Otal lo es tanto cuando se acompaña de semejante paisaje.


Tramo de ida y vuelta y nos asomamos hacía Ordiso, en donde el gigante Vignemale asomaba entre las nubes que enseguida comenzaron a precipitar.





Vuelta para el coche y con la piel de gallina por la frescura de las temperaturas que no pararon de subir hasta La Almunia. Torla 23ºC, La Almunia 39,5ºC... Menos mal que España ganó esa misma noche y a más de uno se le olvido semejante ola de calor.

martes, 6 de julio de 2010

Padre, he pecado.

Me confieso, he pecado. El domingo pasado no pude evitarlo y caí en la tentación. Lo hice con la mía y no alquile ninguna en ese lugar de ocio y lujuria. Las malas compañías han podido con mi puritanismo. 
En un par de horas nos presentamos con la furgo en el Bikepark de La Pinilla. El parking estaba hasta arriba, como si de un día de esquí se tratase. Bicis de DH por todos lados y madrileños a los que a juzgar por sus bicis no les ha afectado la crisis para nada...





Ahí estaba yo con mi Nomad de enduro dispuesto a recorrer los senderos sin perder la estela de la Big Hit que se había alquilado el amigo Renieblas.




Calidad de senderos y perfecto agarre.


Sucesivas subidas a la telesilla al estilo Javito en Cerler y a las seis de la tarde ya llevamos cerca de 5.000 metros de bajadas y como no, me empeño en una más y sucede lo que ocurre cuando uno ya va petado, el tortazo. Carlos vuela fuera de una senda de media ladera y realiza auténtico freeride (su maltrecho dedo no piensa lo mismo). En fin, que las impresiones han sido buenas y que por supuesto sigo pensando que las pasarelas, "walrides" son sólo para estos sitios y nunca en el monte de todos.


Pd: Como penitencia voy pegarle a la flaca toda la semana...

Adán

Villel de Mesa

Más vale tarde que nunca y eso ha ocurrido con la crónica de la ruta mensual del mes de mayo.  Desde Ariza, nuestro amigo y socio del club, Carlos Renieblas, tenía toda ilusión de enseñarnos el alto valle del Mesa. Tras suspender la primera convocatoria por las intensas lluvias caídas y después de la experiencia en el barrizal de Tosos se pospuso la fecha al domingo 30 de mayo. 

Carlos nos lo cuenta tal cual:

Bueno, por fin llego el día.

Un café para los nervios, esta gente no llama ¿sabrán llegar? “José, otro café”.

Puntuales cual hijo de la gran Bretaña, aparecen los señores de la Almunia; Oscar, Josean, Maxi, Carlos y Daniel…..y  sorpresa, Manu ha podido apuntarse a última hora, con pocos derechos, eso sí. Casi detrás de ellos, aparecen Gonzalo y Lorenzo. Presentaciones de Luís y Miguel, mis amigos, un café y carretera.


La rutilla no tiene ninguna complicación, muchas sabinas, algún repecho que otro a destiempo y agua, mucha agua.


“Venga chicos, vamos a grabar un video.. pero ir por la derecha, por la derecha...chof ¡hombre al agua-barro...!” todos preocupados...Calipo ¿estás bien? ¿Has tragado mucha agua? Espera que te ayudo . . . ¡ Pandilla de cabrones ! Como se reía Clariana .



Ya está bautizado el paso, pero bien bautizado. Estas cosas son las que hacen recordar un buen día de bicicleta. Calipo, muchas gracias por tu aportación.


Nos dio tiempo y todo a tomar una cerveza en Mochales y ver la salida de la fórmula uno.

Comida de confraternización en la terracica del Chato, primer visionado del remojón, risas café y cada mochuelo a su olivo.


Pendiente de repetir al año que viene, estaremos encantados de recibiros en nuestra casa.