martes, 2 de febrero de 2010

Ruta por Alquézar

El domingo amaneció para calentar el catre, vuelta a vuelta tapadico hasta el entrecejo: cierzo a capazos, frió y lluvia en los pronósticos de la tarde.
- ¿Dónde vas con el día que hace? Dijo ella
- Me voy a Alquezar, volveré a la tarde.
- Abrígate, ……..y ten cuidado.
Ellas no me ven pero yo siempre les soplo un beso.
Desayuno rápido, petate al hombro y escaleras abajo; he quedado con Roy……... Es temprano y el pueblo esta desierto, ni un alma a esas horas. Mis ganas de hacer esta ruta me han hecho adelantarme. La noche se agota empujada por el viento que encorre las nubes. Poco después y puntual a la cita se distinguen las luces del coche de Alberto:
- Anda acércame a por la furgo y enganchamos el remolque
Cargo la bici , arranco y pongo la radio; suena una canción ……Lenny Kravitz, el día promete.
Pasamos por casa de Alfredo, operación embarque y enfilamos para el pabellón, allí nos espera el resto de la banda: Germán, Cesar, Josean, Maxi, Mosteo y Clariana. Todo el mundo listo, se nota que hay ganas. Saludos y al tema que en Zaragoza nos esperan el resto de la “troupe”, Lorenzo, Josemi, Gonzalo y Emilio……….menuda milonga para empezar “la primera del calendario”……Alquezar.
La idea de un calendario de salidas del club se forjó, como no, entorno a un café. Al menos una vez al mes pretendemos quedar, con el salvoconducto femino debidamente sellado , para salir juntos a disfrutar de lo que mas nos gusta, el montanbai. El personal propone una ruta y fecha, lo demás se va cuadrando al calor de un e-mail, “democratian jacta est”.

En la gasolinera de San Gregorio, reagrupamiento con la sección capitalina, saludos, presentaciones y tras ración de “ psies” en la rueda de Niebla………….., nos pusimos en procesión por la carretera de Huesca.
Entre risas, bromas y tertulia animada nos presentamos en la hermosa villa de Alquezar, como buenos maños nos metimos con la burra hasta la cocina, menos mal que D. Lorenzo estaba en plan guardia de tráfico, y nos puso a todos aparcadicos mirando al Vero. Desembarco y ritual biker, montaje de ruedas, ajuste de presiones, revisión de equipajes……foto y pal monte.




La ruta comienza por la cara Oeste del pueblo, después de tres rampas se adivina que las cámaras van a echar humo. Andaba yo preocupado por lo heterogéneo de la cuadrilla, para algunos de ellos era su bautismo senderil, pero el paso del día me demostró cuán equivocado estaba.

-Estos mañurros que bravos son, rediosla!!!!

La subida al Mesón de Sévil se hizo para no perder las buenas costumbres, a ritmo tropical; enseguida pasamos el lugar de San Pelegrín;

-San Pelegrin, aquí son pocos y de mal avenir.

animadas conversaciones, lumboestiramientos, biciconsejos anticaninos, y anécdotas varias fueron nuestros compañeros hasta la cota de la jornada, Mesón de Sevil, (1280 mts).


Reagrupamiento general, ingesta de azucares en diversos formatos, y flanqueados por “cojines de monja” comenzamos perdiendo 200 mts de desnivel por pista pedregosa que aunque con hermoso paisaje, inquietó mis ganas de sendero.
-Que se pierde el desnivel Maribel, cuando cambia esto!
Al poco a nuestra izquierda variante etnológica, los “Pozos de Campoluengo”, neveros conservados y restaurados sirven hoy al turista para hacer memoria de la dureza del monte apenas tres generaciones atrás.



Fresquicos y recogidos, aquí dimos cuenta del almuerzo, alguno con muy “buen saque”.



La empinada senda nos saca enseguida camino de “la primera del día”. Tras reparar Moreno un encontronazo en el freno de Germán, el personal se calza las protecciones y se lanza animoso al baile, agarradicos al manillar como en las verbenas, sin apretar pero con brío. En los agrupamientos se nota que el personal esta disfrutando, los dientes iluminan las sonrisas y cada cual lleva su ritmo.
Llegados a este punto de la ruta y sin percance alguno que lamentar, se decide obviar la opción a las pinturas rupestres de Quizans., gastaríamos un tiempo que, con un grupo tan numeroso, no sabemos si nos puede hacer falta mas tarde.
-Ahora llegaremos a las balsas de Basacol., nos ilustra Loren.



Esta obra hidráulica data de la época árabe, servia de abastecimiento de agua a la ciudad de Alquezar y regaba las huertas por gravedad. El personal aquí se dispersa cámara en ristre mientras otros aprovechan para solucionar pinchazos y discos de freno magullados por los pedruscos monte arriba. Antes de reemprender la marcha, inciso de mecánica, “seta” versus “mechas”………
-Cada día que salgo, aprendo algo nuevo.


A veces, en una ruta hay un punto álgido, un cenit, un suspiro que queda grabado en tu memoria, unos microgramos de droga que generan tus hormonas cuando la montaña te regala una bajada, esa droga dura unos minutos a veces incluso segundos, pero sin duda ………… engancha……….Ese instante se vive en el descenso al Puente de Villacantal.
-Como va la Spicy eh Josean!. No le dices ahora a Lorenzo que afloje el ritmo, gurrión!.
-No, ahora no, que guapaaaaaa.!
Si añadimos a esto un marco incomparable, el resultado de la ecuación arroja un claro grito de satisfacción, grito que rebota en las paredes del cañón labradas por el Vero.



Como si se tratara de un peaje, un impuesto de aduanas, salir, se paga bici al hombro, después de semejante bajada este canon a nadie resultó caro.
Una trocha del infierno te saca del río, un ratico a pie otro andando………………, aquí los mas fuertes dejaron muestras de su clase, Moreno atesoró de sobras esa virtud. Lorenzo, Emilio y Gonzalo no andan tampoco escasos de esa mezcla de fuerza y equilibrio que hace falta cuando la cosa se pone seria.
Reunión en una especie de merendero, y por pista de dudoso agarre en las curvas, de nuevo charradas amigables camino de olivares centenarios a las puertas de Asque. Sin llegar a visitarlo giramos a derechas camino del final de ruta. El sendero que baja hasta Alquezar por el GR colmó con creces mis expectativas de esta ruta. Por las caras del personal lo disfrutaron de veras…….Mosteo y Alfredo ya mas sueltos, cumplieron como jabatos. Una vez en el puente……….se descubre “el postre”; pechugazo de padre y muy señor nuestro hasta el casco urbano.
-¿Habéis subido montados esos escalones?
-A cero, dijo Loren
La ruta terminó visitando Alquezar por su bien conservado entramado de callejas y plazas, ante la mirada de turistas y lugareños.


Para quedarnos gozosos de pleno, decidimos darnos una comilanda en un mesón de la localidad, las risas, bromas, y comentarios de la jornada acompañaron las viandas……….que buen día este último de Enero. Un par de horas más tarde al llegar a casa quedaba sin duda lo mejor del día:
-Papa,…….¿. Qué nos has traído de Alquezar?
-Mira……………….



Saludos y nos vemos por el monte.





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