lunes, 26 de marzo de 2012

LA CORZA BLANCA

Durante la etapa escolar muchos son los libros que nuestros profesores "nos obligaban" a leer y muchos de ellos pasaban sin pena ni gloria, consiguiendo el fin contrario al fomento de la lectura que para ello estaban destinados. Sin embargo, de uno de ellos me quedó el recuerdo que marcaría mi posterior obsesión por conocer un macizo como es el Moncayo. Me refiero a las Rimas y Leyendas que escribió Gustavo Adolfo Becquér desde su celda en el Monasterio de Veruela. Una de esas leyendas, que más me gustó, fue sin duda La Corza Blanca



Esta leyenda recopilada, por el autor, proviene del siglo XIV y cuenta como un cazador enamorado de Constanza, conocida por su inusual belleza como Azucena del Moncayo e hija del caballero Dionís, señor del Moncayo, en un acto de muestra de su amor se lanza a la caza de una corza blanca, que destaca sobre todas las demás, y que según los pastores de la zona tiene la particularidad de poseer la capacidad del habla como obra del mismo Satanás. Tras emprender la caza y armado de su ballesta consigue localizar al grupo de corzas en un barranco próximo a la localidad de Beratón. En medio del sueño del cazador, por la furtiva espera nocturna, cree ver que la manada de corzas no es sino un grupo de bellas mujeres que desnudas disfrutan de las aguas del Moncayo.Y entre ellas, destacando por su blanca belleza, cree reconocer a Constanza. Tras aturdirse por la vigía del sueño las corzas vuelven de nuevo a aparecer y al apuntarla con su ballesta, la corza blanca le hace perder el arma tras hablarle y reconocerle como Constanza. Sin embargo, Garcés, hábil cazador, creyendo ser engañado por el diablo dispara sin piedad a la presa. Aterrorizado por los gemidos de dolor descubre que su abatida pieza no es sino su amada revolviéndose en su propia sangre.

Quizás esta leyenda tuviese lugar en uno de los barrancos que hoy hemos venido a recorrer con nuestras bicicletas. Se trata del Barranco del Horcajuelo, cuyo sendero se utilizaba como unión de los pueblos aragoneses con la soriana localidad de Beratón en la época de siega del cereal. Este barranco tiene, sin duda, los ingredientes para que la fantasía e imaginación popular gestaran leyendas tan ricas como las que hoy narramos.


De Horcajuelo


La ruta diseñada parte de la localidad de Añón de Moncayo y enseguida nos adentra en un buen sendero de subida que recorre parte del GR 90.

De Horcajuelo

Tras abandonar el sendero, y dejar el barranco de los Moros a nuestra izquierda, la pista por la que transcurrimos sube endemoniadamente en busca del collado de La Estaca.


De Horcajuelo


De Horcajuelo

Hoy, el adelanto primaveral ha llegado a su fin y el Moncayo nos saluda con un frío del que ya parecía habernos olvidado.


De Horcajuelo

El barranco nos recibe con una pequeña nevada, de nieve "corcho", y un viento gélido que nos provoca que enseguida nuestras manos y pies nos duelan por el frío y nos hagan perder la sensibilidad sobre los frenos.

De Horcajuelo


De Horcajuelo

La fotografía no muestra el sentimiento contrapuesto de bajar helado de frío y por otro lado lleno de felicidad por lo bueno del sendero y la belleza del paraje.

De Horcajuelo

De Horcajuelo

La temperatura va subiendo conforme perdemos los preciados metros de desnivel negativos y pronto descubrimos la Torre del Horcajuelo que marca la mitad del barranco y el inicio de la zona más técnica.

De Horcajuelo



De Horcajuelo


De Horcajuelo


De Horcajuelo
El barranco a pesar de la sequía continúa dando agua a las vegas de Añón y Alcalá.

De Horcajuelo
Llegamos a la confluencia con el barranco de Morana, uno de los barrancos más profundos y umbríos del Moncayo.

De Horcajuelo




Tras alcanzar las parideras recuperadas para la explotación de la bonita cabra moncaína alcanzamos la vega junto a las Cuevas de Añón y merenderos. 

De Horcajuelo
Casualmente en el chiringuito montado en el merendero, varios cazadores  vestidos de camuflaje (de corzo por la época del año) parecen mofarse de vernos con las protecciones, todavía calzadas, sin saber que venimos de ochocientos metros de desnivel más arriba. En la luna posterior de uno sus pick-ups muestran dos fotografías de dos "jabalís" (jabalíes) abatidos en una de sus rehalas. ¡Como han cambiado los tiempos en setecientos años! ¡Ninguno de ellos sería tan caballero como Garcés en busca de su Corza Blanca...!

 Si quieres leer la leyenda de la Corza Blanca entera no lo dudes, házlo!


Adán Martínez

5 comentarios:

  1. Buena crónica Adán, estáis de un poeta subido últimamente. A ver cuando me enseñas ese barranco, que tiene muy buena pinta.

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  2. Si señor, una vuelta muy audaz,con una bajada,preciosa, la leyenda espectacular..!felicitaciones,Adán.

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  3. Preciosa ruta y crónica a la par. Es un placer compartir rutas y momentos con los compas la Almunia.

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  4. Muy buena la ruta, este fin de semana hice una rutilla con unos amigos por la zona pero todo por pista, ¿grabasteis la ruta con gps? A mi me gustaría hacerla, que tiene muy muy buena pinta!!

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  5. Hola R.L.G,

    Gracias por tus comentarios.
    El track lo tenemos en formato dibujado sin alturas. Si te interesa pídenoslo a bttalgairen@gmal.com

    Saludos

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