miércoles, 16 de mayo de 2012

RUTA MENSUAL: SIERRA DE PARDOS

Los pueblos abandonados de Aragón son el reflejo de una tendencia de emigración hacia la capital zaragozana que tuvo lugar en las décadas de los 50 a 70. Pueblos mal comunicados, problemas de abastecimiento de agua potable, falta de luz, inundaciones por pantanos y repoblaciones masivas obligaron a sus habitantes a dejarlo todo hacia un cambio de vida brusco y radical. Muchos de estos pueblos se concentran en la provincia de Huesca en la comarca del Sobrarbe y la Guarguera. Sin embargo, en la provincia de Zaragoza este fenómeno no se dio en la misma medida ya que sus términos eran más ricos desde el punto de vista agrícola y ganadero y sus comunicaciones más favorables. Entonces, ¿como ocurre un abandono como el de Pardos? Un pueblo con agua y luz pero falto de una carretera que no una pista forestal.


El hecho de tener que desplazarse por malos caminos e incluso por senda desde Abanto provocó este abandono y como curiosidad, su último habitante, venido de tierras lejanas. Nada menos que un archiduque de Austria, fue su último morador en 1995.

Ahora este bonito pueblo, enmarcado en la sierra que le da nombre, es lugar de visita para muchas de las rutas de BTT de los aficionados de la comarca de Calatayud. Y como no, esta zona bien merecía una ruta mensual con el club, que tras prorrogarla en el mes de abril nos fuimos por fin el pasado domingo coincidiendo con las fiestas de Munébrega. Pueblo desde el que comenzamos esta ruta circular.

De Sierra de Pardos


La vuelta partió en dirección a Castejón de Alarba por pista asfaltada para enseguida comenzar la ascensión hasta la localidad de Pardos a 1025 metros de altitud.

De Sierra de Pardos


De Sierra de Pardos


Coronada la sierra, la vista al pueblo abandonado es sorprendente. Sus calles se encuentran encajonadas en la cabecera de un barranco que mira a Abanto y que en este mes de mayo, se encuentran vestidas de verde por la maleza y zarzales que poco a poco las van cubriendo.


Y el verde que predominaba también en nuestra ropa del club

De Sierra de Pardos



Recorrer las calles de un pueblo abandonado es vivir una sensación amarga y triste. Ver casas solariegas muchas de ellas, hundiéndose, nos da que pensar. Esfuerzos de toda una vida perdidos por mala gestión política, en algún caso, son ejemplos de lo que no puede volver a pasar. 

De Sierra de Pardos


Una buena ruta con una buena excusa para ir y descubrir este pueblo tristemente abandonado.

Y en Munébrega, como no, con sus fiestas patronales debíamos acompañarles con una buena cerveza que vino de perlas con este calor primaveral.

De Sierra de Pardos


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