Alguna entrada al blog atrás hablábamos de ese anticiclón eterno y ahelábamos el fin de la sequía en este mes de febrero. En lugar de eso, hemos pasado una ola de frío polar o siberiano que sin ser tan catastrófica como nos contaban en la tv si que ha sido a todas luces desastrosa para nuestra sierra. Helada tras helada y vientos fortísimos que han sacado hasta la última gota al terreno y que nos han obligado a casi todos los aficionados a la btt a salir menos de lo esperado. Aún así y hartos de estar encerrados la pasada tarde del 7 de febrero nos fuimos para el monte.
Que a las tres de la tarde la temperatura en La Almunia, a 365 msnm, no pase de 0ºC no es para nada normal y si encima le sumamos un viento de 70 km/h nos da que tenemos una sensación térmica de -18ºC en las zonas más venteadas
Decidimos acercarnos a la sierra con la furgo de Manolo y así evitar el viento y de paso aprovechar el poco rato que tienen mis acompañantes con el esclavo horario comercial. 
La idea es hacer una vuelta corta pero contundente que sube a huevo por la senda del Espeso con unas rampas infernales que nos dejan hasta casi la Plaza del Pino.
A pesar del sol, los tubitos del camelback se han helado al poco de empezar la ruta y el viento aún al resguardo de la sierra, penetra bien por el valle. 
Nos tiramos por la Senda de Valdegea una joya de sendero que junto a Valdealagües han sido recuperados por nuestro club para el disfrute de todos. 
El terreno se encuentra totalmente congelado y las ruedas ni parecen mover las piedras que agarradas por el hielo ni siquiera se menean, sonando un ruido de crujido debajo de las cubiertas al romper el suelo helado.
Tras bajar al valle subimos hacia el Buitre para buscar la Senda de la Solana y Ortigas Viejas que gracias a La Butrera nos permiten una larga y variada bajada por las mejores rincones de la sierra.
De vuelta a la pista y jodidos de frío nos acordamos de nuestro amigo Lorenzo que huyendo del invierno ha viajado a Gran Canaria con nuestros buenos amigos del sur. ¿qué tal le habrá ido? Nos lo cuenta Melo en su buen blog:
Son los días más fríos del año. Ha estado incluso nevando en la cumbre. Por eso y por que tengo por aquí de  visita a dos amigos,  Ángel de Aínsa y Lorenzo de Zaragoza, vamos a  tratar de hacer su primera ruta en Gran Canaria con la mejor de las  temperaturas.
Veintipocos grados nos encontramos en  Ayagaures, pueblo en el que hemos decidido empezar la ruta. Con el  maillot corto nos bastará durante la subida y ya para la bajada llevo un  maillot largo por si en las alturas hace fresco, algo previsible sobre  todo si nos da al aire.
La subida al tran tran y sacando fotos, que estamos de turismo. Alguna rampa se sucede con pequeñas bajadas tipo tobogán.
Todo  esto para calentar ya que al llegar al caserío de las Tederas empieza  el Camino Real hacia Tunte, el "camino de los muertos". Por el subiremos  con la bici al hombro hasta nuestra primera parada en el ya monumento  Pino de Pilancones.
La subida se ha hecho dura y la parada con firma en el libro de visitantes incluida merece la pena.
Tras  olvidar por momentos nuestra penitencia cargando las bicis proseguimos  nuestro andar aunque ahora montados en las bicis luchando todo lo  posible hasta que la cosa se vuelve a poner imposible y volvemos a  cargarlas al hombro.
Valdrá la pena porque al llegar a la  pista le daremos algo de tregua a nuestras rodillas en un  dulce llanear  que nos llevará hasta el principio de nuestro objetivo del día, la  Trialera del Diablo.
Me habían dicho que estaba recién acondicionada y tenía curiosidad por verla.
Nada  más llegar al comienzo ya se ve que esta en mejores condiciones. Nunca  la había encontrado tan rápida. Eso no quiere decir que sea una  autopista pero si nos permite conducir con más soltura y a velocidades  más elevadas
Disfrutamos como locos y aunque tuvimos un pinchazo que no costó reparar enseguida llegamos de nuevo al punto de partida.
Cuestión de latitudes...
























CUESTIÓN DE LATITUD